EMPATE EN TIERRAS ENTRERRIANAS

El equipo de Coleoni hizo méritos como para llevarse algo más de tierras entrerrianas. Lo condicionó la expulsión de Ceballos.

Ahí, por muy poquito no pudo el cuervo conquistar su tercera gesta heroica en tierras foráneas en lo que va del año. Empezó mejor, volvió a hacerse torazo en rodeo ajeno, aunque el libreto tuvo que cambiar sobre la marcha y una expulsión lo condicionó demasiado. Aguantó hasta donde pudo, hizo a rajatabla los deberes, pero terminó resignando la punta -que ahora pasó a manos de Libertad de Sunchales-, pensando en el clásico que disputará en seis días con Juventud Antoniana.

Central arrancó su partido sin ser el puntero (ya había ganado Libertad) y no tardó en golpear por las bandas: primero con un centro pasado de Perillo, después con otro similar de Romat -que por muy poco no conectó Sosa- y luego con una media vuelta de Zerrizuela, que se fue apenas desviada.

Con esos primeros avances, el cuervo le avisó al dueño de casa que no estaba dispuesto a dejarle la pelota y entonces, a los 11 minutos, Sosa ganó por arriba, tras un centro de Zerrizuela, y la mandó a guardar: 1 a 0. Totalmente merecido porque Central fue más desde el minuto     inicial.

Con autoridad y mayor confianza, el cuervo hizo circular el balón con Oga y Ceballos, con el aporte de Fabio Giménez y la movilidad de Zerrizuela. Claramente superior era Central Norte. Pero Gimnasia, a base de centros, intentó equiparar el asunto y la única clara que tuvo Conrado Bessel fue capitalizada por Maino.

Cerca del final de la primera etapa, Ceballos volvió a sus chiquilinadas: dejó al equipo con diez jugadores y con una nueva prueba por superar: todo el segundo tiempo con un hombre menos y con un lobo hambriento por el empate.

Pablo Motta reemplazó a Zerrizuela en el complemento y en su primera aparición habilitó a Perillo, quien estuvo otra vez muy cerca de convertir. Pero en la primera estocada profunda del local, Bravo superó a Romat y mandó un centro que Bessel aprovechó para igualar el juego. El empate no amilanó al cuervo, pero tuvo que redoblar el esfuerzo para sujetar a Bessel, Bernardi y compañía. Perillo subió y bajó en su nueva función como carrilero, y con Sosa se encargaron de preocupar a la última línea entrerriana. El partido se amoldó al ida y vuelta que propusieron ambos, porque los dos querían ganar.

De manera increíble, otra vez Perillo tuvo la chance del segundo tanto, pero definió sin precisión tras un gran pase de Rodrigo Herrera. Después probó al arquero Rougier desde lejos y el guardavallas la mandó al córner con lo justo. El cansancio también comenzó a jugar. Ambos se disputaron el balón más en el centro de la cancha, por eso Oga intentó sorprender con un remate desde su campo, mientras que los entrerrianos se chocaron con su propia impotencia y una línea firme en defensa por parte de la visita.

Bajo cualquier punto de vista, lo de Central fue loable, porque aguantó hasta donde pudo jugando medio partido en desventaja. El equipo de Coleoni se volvió sin la punta, pero con la autoestima necesaria para encarar el nuevo clásico ante el santo.

FUENTE: (EL TRIBUNO)