El clásico entre Central Norte y Juventud no se jugó porque el árbitro no vio que estén dadas las condiciones para que se dispute el partido. Increíble.
Las razones puntuales fue la negativa de 11 hinchas de bajar del alambrado. El árbitro Federico Guaymás Tornero le dio 15 minutos, luego 15 minutos más con la autorización del veedor de la AFA Hugo Romero (Chaco) y no hubo caso. Ni los hinchas bajaron, ni la policía hizo nada para descenderlos.  El árbitro del partido, Federico Guaymás, esperó por un tiempo más que prudencial para que estos sujetos se bajaran y depusieran su actitud subersiva. Despúes de 35 minutos se acercó al sector sur del Estadio Martearena, los instó a bajarse nuevamente y tras no haber respuesta suspendió el encuentro sin que se haya jugado un solo minuto.
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